lunes, 19 de agosto de 2013

Tendencias lingüísticas que me aterran

Todos sabemos que la lengua es un ser vivo en continua evolución y, con seguridad, usos que para nosotros hoy son normales parecerían ajenos o extraños cuando empezaron a extenderse. Sin embargo, hay casos y casos. Hay evoluciones que parecen lógicas y otras no lo son tanto. Un ejemplo claro es la dicotomía entre anglicismos necesarios (por ejemplo, todos los que vienen a definir realidades nuevas como email, hacker, router, etc.) y los innecesarios, como cool, hiking, shopping y un largo etcétera.

Hoy quiero hablar de tres tendencias que me preocupan sobremanera. Las dos primeras son usos erróneos, sancionados por la RAE, pero que se están extendiendo como la pólvora (no olvidemos que, en la actualidad, gracias a los medios de comunicación, la velocidad de propagación y la incidencia de estos usos para el oído o los ojos humanos es potencialmente mayor que en los siglos pasados), la última es solamente la pérdida progresiva de un regionalismo que debería estar más que arraigado.

Empecemos por ese asunto que puede dar que hablar páginas y páginas: la especificación del género femenino cada vez que se quiere abarcar con un plural a ambos sexos«Los alumnos y las alumnas», «los niños y las niñas», «los padres y las madres»... No hace falta que explique, creo, que la RAE está totalmente en contra de este uso, porque el género masculino es el elemento no marcado de la oposición masculino-femenino, lo que implica que subsume al otro. Por si acaso (las negritas son mías):

2.1. En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexosEl hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía. Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se emplean en plural, pueden incluir en su designación a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales; En mi barrio hay muchos gatos (de la referencia no quedan excluidas ni las mujeres prehistóricas ni las gatas). Así, con la expresión los alumnos podemos referirnos a un colectivo formado exclusivamente por alumnos varones, pero también a un colectivo mixto, formado por chicos y chicas. A pesar de ello, en los últimos tiempos, por razones de corrección política, que no de corrección lingüística, se está extendiendo la costumbre de hacer explícita en estos casos la alusión a ambos sexos«Decidió luchar ella, y ayudar a sus compañeros y compañeras» (Excélsior [Méx.] 5.9.96). Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva; así pues, en el ejemplo citado pudo —y debió— decirse, simplemente, ayudar a sus compañeros. Solo cuando la oposición de sexos es un factor relevante en el contexto, es necesaria la presencia explícita de ambos géneros: La proporción de alumnos y alumnas en las aulas se ha ido invirtiendo progresivamente; En las actividades deportivas deberán participar por igual alumnos y alumnas. Por otra parte, el afán por evitar esa supuesta discriminación lingüística, unido al deseo de mitigar la pesadez en la expresión provocada por tales repeticiones, ha suscitado la creación de soluciones artificiosas que contravienen las normas de la gramáticalas y los ciudadanos.

Creo que está muy claro que este uso no tiene ningún sentido. Además, hace que el discurso se vuelva tedioso y, en la gran mayoría de los casos, inconsistente, pues es prácticamente imposible mantener este uso siempre y en todo momento durante la totalidad del discurso. En mi caso, cada vez que me toca leer o escuchar algo así, termino totalmente distraída tratando de cazar todas las equivocaciones del hablante o escritor (o mejor dicho, las únicas veces en que es correcto). 

Por otro lado, no puede dejar de resultarme muy curioso que muchos de los que se empeñan en hablar de esta manera, por supuesta corrección política, sean hombres que creen que las mujeres nos sentimos marginadas si no se hace alusión directa a nuestro sexo (sexo, que no género, que es solo un término gramatical). Se lo agradezco, pero nada más lejos de la realidad, al menos con la mayoría de las mujeres que conozco. En serio, la mayoría estamos deseando que el hablante deje de prestar atención a tonterías como esta para brindársela al discurso en sí y a lo que importa de este.

¿Qué me preocupa? Me preocupa que cada vez el uso está más extendido, que ya no solo está en boca de políticos, sino también de gente de a pie en conversaciones de a pie. Por favor, no. Pero lo que más, más me preocupa (me aterra, casi) es que me están acostumbrando tanto a él que ya prácticamente si escucho «los padres» me pregunto si las madres están incluidas o no. Y no me da la gana de preguntármelo. No y no. 

Por cierto, me niego a hablar del uso de la arroba, que ni siquiera es un símbolo lingüístico. No sé, quizás si alguien se propone marcar tendencia cambiando las oes por ceros, al final todos terminemos como borreguitos haciendo lo mismo.


Vamos con el segundo uso incorrecto que está empezando a quitarme el sueño. En este caso, se trata de la utilización de «el mismo» como pronombre con valor anafórico. De nuevo, la RAE lo explicará mejor:

3. El adjetivo mismo puede sustantivarse, manteniendo los sentidos de identidad y de igualdad o semejanza que le son propios: «Sus ideas reformistas solo cambian de posición, pero son las mismas» (Vitier Sol [Cuba 1975]). A pesar de su extensión en el lenguaje administrativo y periodístico, es innecesario y desaconsejable el empleo de mismo como mero elemento anafórico, esto es, como elemento vacío de sentido cuya única función es recuperar otro elemento del discurso ya mencionado; en estos casos, siempre puede sustituirse mismo por otros elementos más propiamente anafóricos, como los demostrativos, los posesivos o los pronombres personales; así, en «Criticó al término de la asamblea las irregularidades que se habían producido durante el desarrollo de la misma» (País [Esp.] 1.6.85), pudo haberse dicho durante el desarrollo de esta o durante su desarrollo; en «Serían citados en la misma delegación a efecto de ampliar declaraciones y ratificar las mismas» (Excélsior[Méx.] 21.1.97), debería haberse dicho simplemente ratificarlas; en «El que su acción fuera efímera, innecesaria, no resta a la misma su significado» (Abc [Esp.] 29.9.74), hubiera sido mejor no le resta su significado. A menudo, su simple supresión no provoca pérdida alguna de contenido; así, en «Este año llegaremos a un billón en exportaciones, pero el 70 por ciento de las mismas se centra en el mercado europeo» (Razón [Esp.] 18.12.01), pudo decirse, simplemente, el 70 por ciento se centra...
¿Qué es lo que pasa? Que del lenguaje administrativo y periodístico que nombra la RAE y que  es, ciertamente, donde este uso empezó, se está extendiendo a otros muchos registros y ámbitos. Aún no lo escucho, por suerte, en conversaciones de andar por casa, pero sí que se está inmiscuyendo cada vez con más fuerza en el ámbito literario (como mínimo, en la literatura traducida, que es donde noto que me está persiguiendo últimamente). ¿Pero y por qué lo usan? Es feo y, como dice la RAE, en la mayoría de los casos, completa y absolutamente innecesario. ¿No es mucho más sencillo y bonito utilizar un pronombre personal de toda la vida? Claro, es más sencillo, pero parece que no tan chic (lo siento, anglicismo innecesario). Y así vamos, porque la tendencia general es que, por querer hablar fino y elegante, terminamos plagando los discursos de incorrecciones absurdas, molestas y aburridas como esta.


Paso al último ejemplo. Este caso  no es tan grave, porque por suerte su extensión aún se restringe a ciertos ámbitos, pero igualmente me preocupa. Como es sabido, en Canarias, al igual que en América y que en algunas zonas de Andalucía, utilizamos la forma formal de segunda persona del plural, «ustedes», con su respectiva conjugación de tercera persona: «ustedes comen», «vengan aquí», etc. Es parte de la quintaesencia de nuestro pueblo canario. En boca de nuestros mayores jamás oirás un «vosotros», ni tampoco en boca de muchos canarios. 

Sin embargo, hay cierta tendencia, muy actual, a utilizar «vosotros» en algunos casos. A veces, en discursos, porque se piensa que es más formal (una concepción falsa). Hay gente que jamás usaría «vosotros» al hablar, pero que sí lo escribe, por ejemplo, en un email. Otras veces, cuando se cree inconscientemente que el uso de «ustedes» puede resultar confuso. Por ejemplo, un hombre que habla con una mujer y quiere decirle algo como «las mujeres sois demasiado sentimentales». En español peninsular el sentido está muy claro. Sin embargo, en español canario puede parecer que falta algún énfasis, porque si se dice «las mujeres son demasiado sentimentales», podría dar la sensación de que se habla de las mujeres en tercera persona y no en segunda. Pero son cosas que no cuesta nada arreglar. Un simple «ustedes, las mujeres, son demasiado sentimentales» lo dejaría todo claro.

Por supuestísimo, quiero dejar claro que no tengo absolutamente ningún problema con el uso del pronombre «vosotros» en labios de todas aquellas personas a las que este uso les es propio, tanto si viven en la España peninsular como si viven en Canarias. Lo que sí me molesta es que un canario de toda la vida, sin padres peninsulares, sin haber vivido la infancia en la Península, simplemente porque le parece que suena mejor, utilice esta forma que nunca ha sido parte de la llamada «habla canaria». A pesar de vivir en un mundo globalizado, considero que es muy importante conservar también nuestras tradiciones y nuestras particularidades, o terminaremos perdiendo todo lo que caracteriza a cada pueblo para convertirnos en una enorme aldea global donde un chino no se distinga de un peruano ni de un islandés.

Hasta aquí por hoy. Ojalá pueda leer dentro de unos años esta entrada y ver que mis temores no se han cumplido y estas tendencias han caído en desuso, pero cada vez me cuesta más ser optimista.




32 comentarios:

  1. Es cierto, se tiende a englobar a ambos géneros, masculino y femenino, pero más que nada porque se tiende a discriminar al sexo femenino, aunque la RAE especifique que el género masculino no es específico, sino genérico. He escuchado incluso esa frase de que "el hombre es el mejor amigo del hombre... y de la mujer". Hay quien añade el género femenino, pero ignora que en este caso "el hombre" se refiere al género humano como especie, no a los hombres solamente.

    Estas tendencias de género son muy complicadas para según quién y siempre habrá alguien que aún incluya a ambos sexos o géneros, como en el uso de la @: niñ@s, alumn@s, chic@s... Parece que este símbolo tan actual engloba lo masculino (la o) y lo femenino (la a). Lo peor es verla en escritos formales y trabajos académicos. Será cosa de economía lingüística o ley del mínimo esfuerzo como digo yo.

    Un saludo de una filóloga //

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    1. Buenos días, Silvia. Muchas gracias por comentar.

      No he terminado de entender tu primera frase, pero, en cualquier caso, sé que es un tema que levanta pasiones y sensibilidades (a mí misma me enciende bastante). También creo, como dejo entrever en la entrada, que la RAE terminará cediendo y los que pensamos como yo acabaremos por perder la batalla, pero desde luego no pienso quedarme sin luchar. He oído casos de editoriales que no te publican un texto académico si no especificas los dos géneros. ¡Me parece de locos!

      Y lo de la arroba... no lo quise nombrar porque da para otro debate aparte. La gracia es que quien escribe usándola termina perdiendo el tino y escribiendo cosas como "l@s estudiant@s" y disparates por el estilo. Al final no sabe uno si reír o llorar.

      Un saludo a ti también.

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    2. Jaja... Claro que no entiendas, me lié con el teclado. Quise decir que he oido a gente decir la frase conocida por todos de "el perro es el mejor amigo del hombre", y luego otra persona, como sintiéndose aludida (mujer claro está) dice: "ya, ¿pero no de la mujer?". Claramente es un caso de lenguaje sexista o llámalo como quieras para algunos, no siéndolo por supuesto.

      Y el tema arroba sería interesante que lo abordaras porque hay cada patada al diccionario que da pavor.

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    3. Ah, vale, ahora ya lo he entendido todo. Sí, yo también he escuchado comentarios así. Y lo del arroba... me echo a temblar.

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  2. Pues te aterras con poco...

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  3. Bueno, Magda. Tú me conoces y sabes que estoy de acuerdo contigo en estas cosas casi siempre. En estos tres casos que expones no hay excepción a esta regla.

    Casualmente, al respecto de la primera, hace poco tuve una discusión acalorada en Twitter sobre igualdad. Aunque no tocáramos el tema del género lingüístico en ningún momento, me la has recordado. Es sorprendente la cantidad de gente que es capaz de ver un ánimo de ataque en usar el masculino para englobar a ambos sexos, y la magnitud de esa capacidad. Pero no es solo sorprendente, sino también preocupante. Bajo mi punto de vista, roza el delirio de perjuicio, y como miembro del "sexo atacante", me entristece y me ofende que se presupongan intenciones discriminatorias por el mero hecho de tener un cromosoma Y.

    Mejor no profundizo mucho en el tema de los canarismos, porque es algo que me toca la fibra sensible. Y yo le insisto a todo el mundo en eso mismo que dices tú: Si uno o quienes lo crían son peninsulares, o ha crecido en la Península, no es solo normal que use el "vosotros", sino que es lo que se esperaría de él. Incluso si un canario me dice que lo elige porque, simplemente, le agrada más oírlo, lo aceptaría a pesar de que me pareciera una soberana tontería (los gustos son de cada uno). Pero cuando me intentan hacer comulgar con ruedas de molino y me tratan de convencer de que usar "ustedes" es caer en la vulgaridad, ahí sí que me enciendo. Me parece el colmo de lo esnob, y una muestra muy desagradable de incultura y falta de respeto hacia la realidad.

    No sé qué será de la lengua. Yo, que soy un friki (acabo de darme cuenta de que está recogida en el Diccionario de la RAE), echo de menos una formación más profunda en la lengua, y no descarto intentar recibirla por pura afición. Hasta entonces, y sospecho que incluso más allá de ese momento, me toca lidiar con las auténticas barbaridades que aparecen en historias clínicas y textos científicos. Algún día iré a marcar en amarillo fosforito los legajos que se guardan en el hospital.

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    1. ¡Hola, Fer!

      Como ves, no se perdió tu comentario. Y muchísimas gracias por currártelo así, por cierto.

      Lo de la igualdad... es que yo entiendo, como decía en el comentario anterior, que es un tema que levanta pasiones. Es totalmente cierto que hemos vivido durante siglos en una sociedad muy machista y que es necesario luchar contra esto. Pero siempre dentro de la lógica, la cordura y, sobre todo, la educación. Me parece que gastar esfuerzos en decir "los alumnos y las alumnas" no tiene ningún sentido, si no lo gastamos en cosas como luchar contra desigualdades de sueldo, que sí que es algo que clama al Cielo. Y es solo por poner un ejemplo.

      Y en cuanto a los canarismos... pues totalmente de acuerdo. Lo más gracioso es que se piense que "vosotros" es más formal cuando precisamente es al contrario. Tampoco creo que haya que decir, como lo he oído, que los canarios usamos "ustedes" porque somos más educados. Eso también es una bobería. Para nosotros, el grado de formalidad de este pronombre ha dejado de tener sentido. Simplemente es el único que usamos. Pero está claro que si fuéramos peninsulares y quisiéramos ser formales no usaríamos "vosotros" y eso es lo que a veces muchos no entienden.

      Y sobre tu último párrafo: en realidad estudiamos un montón de lengua. Todos y cada uno de los años de escolarización. Lo que pasa es que quizás ponemos el énfasis en cosas menos importantes o, que también lo creo, simplemente a la mayoría de la gente no le importa tanto la corrección lingüística como a algunos pocos frikis como nosotros :D

      ¡Un saludo, amigo!

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    2. Desde el momento en que se quieren separar ambos géneros, "amigos y amigas", se está fomentando la desigualdad.

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    3. Muy cierto lo que comentas. Como fémina y filóloga me repugna cualquier extremo, tanto el machista como el exceso de estrógenos. Me parece muy deprimente ir en contra de la economía del lenguaje por suponer que va en contra de un "sexo", cuando hablamos de género y términos marcados.
      Espero que no ceda, ante estas cosas, nuestra RAE.

      Estoy aprendiendo un montón con estos comentarios. ¡Muchas gracias!

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    4. Muchas gracias a los dos por comentar.

      Es muy interesante lo de que separar ambos géneros fomente la igualdad... Muchos opinan, por supuesto, en contra, pero creo que no dejas de tener mucha razón.

      Por supuesto, Fanny, opino como tú: los extremos existen porque muchas cosas en esta vida son un continuo, pero casi nunca son la mejor opción.

      Un saludo y me alegro mucho de que la entrada y los comentarios sirvan para aprender.

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  4. El lenguaje está vivo, ¿por qué hacerle caso a las reglas que la RAE estima importantes y que sólo logran congelar y abigarrar el habla? En cada zona geográfica se habla distinto, en cada persona el sonido sale distinto. ¿Cómo reflejamos eso en el diccionario? El afán de homologarlo todo hace que algunos hablen mejor que otros cuando lo importante es que todas hablemos.

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    1. Buenas tardes y muchas gracias por el comentario.

      Está claro que la lengua está viva. Precisamente aclarándolo empezaba mi entrada. Y tienes razón, todo va evolucionando y cambiando con el tiempo, es normal.

      Sin embargo, no puedo evitar varias cosas:

      1. Ser de mi tiempo. Y, siendo de mi tiempo, estos usos no me son propios y no me gustan.

      2. Que la lengua es mi principal herramienta de trabajo y que la RAE es, mal que pueda pesar, la institución encargada de regular cómo funciona. Como profesional de la lengua, es mi deber acatar lo que prescribe la RAE, aun cuando pueda no estar de acuerdo (que no es el caso con los ejemplos que planteo).

      3. Tener presente que uno de los principios rectores más importantes de la lengua es precisamente el principio de economía, y que los casos 1 y 2 (el 1 en el 100% de las veces, el 2 en muchas de ellas) van directamente en contra de este principio y hacen que el discurso se vuelva pesado.

      Por todas estas razones y porque amo mi lengua y creo que hay formas y formas de crecer y de evolucionar (que se lo digan a los padres en plena fase de educación de los hijos), decido alzar mi voz en contra de estas tendencias.

      Un saludo.

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    2. Creo que seguir todo lo que diga la RAE es, en los tiempos que corren, ser más papista que el Papa. La propia RAE ya parece haber dejado de lado todo afán normativo, regulador y limpiafijaydaesplendoroso. Ahora sencillamente reflejan la lengua que los hispanohablantes -cultos o no- usamos. O esa impresión me da a mí.

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    3. A mí me parece que va, ciertamente, por ese camino, pero aún sigue siendo una entidad reguladora del lenguaje. Quizás dentro de unas décadas haya perdido por completo esta función, pero creo que no es el caso todavía.

      De todas formas, quiero dejar claro que soy la primera que critica muchas ideas y normas de la RAE, pero no es el caso con las que expongo en la entrada.

      Un saludo.

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  5. Para ser canaria conoces poco Canarias. El uso del vosotros es bastante común de siempre en islas como La Gomera, zonas de La Palma y Gran Canaria. En Tenerife el uso común es el ustedes. Recuerda que tanto en el sur de Tenerife como en el barrio de Taco en La Laguna, hubo un movimiento migratorio muy grande de gomeros allá por los 60. Por tanto, los ahora nietos, tienen como uso común el vosotros, mezclado a veces con el verbo en tercera persona (vosotros son) y al revés (ustedes sois), al igual que sucede en muchas zonas de Andalucía.

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    1. Hola, Dosch.

      Si tú lo dices, me lo creo, pero no es necesariamente el caso del que hablo. Yo no he oído el "vosotros" usado "naturalmente" por nadie "autóctono" (uso el término medio en broma, pero me refiero a canarios de pura cepa y sobre todo a gente mayor y de campo, menos influenciados por el habla de fuera). Sin embargo, a La Gomera aún no he tenido el placer de ir. Soy grancanaria y aquí lo normal es usar "ustedes". Me interesaría mucho que me dijeras en qué zonas dices que se usa el "vosotros".

      Siempre estoy dispuesta a aprender cosas nuevas y no tengo problemas en reconocer errores, pero decir que conozco poco Canarias a partir de esta entrada de blog me parece bastante aventurado. Y hiere mi orgullo de isleña, por cierto.

      Un saludo y muchas gracias por comentar.

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  6. Inés Pérez Pastor26 de agosto de 2013, 17:58

    Hola, Magda:

    Estoy totalmente de acuerdo contigo, sobre todo en el primer punto. Sobre esa moda (espero que pasajera) escribió un artículo magistral Ignacio Bosque que os recomiendo a todos: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/02/actualidad/1330717685_771121.html

    Los otros dos malos usos no me molestan tanto porque no los sufro, pero sí me parece preocupante el "queísmo" que se extiende a toda velocidad, alentado por los medios de comunicación y los políticos, cómo no. Y es que me chirría eso de "estoy convencida/harta que", "no hay duda que", etc. Por miedo a caer en el "dequeísmo", la pobre preposición "de" paga el pato.

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    1. Hola, Inés.

      Muchísimas gracias por tu aportación. He leído el artículo de Ignacio Bosque y, efectivamente, creo que es muy interesante, así que voy a compartirlo por Facebook y Twitter.

      Por supuesto, podría haberme extendido hablando de otros usos, como el queísmo que comentas. Es absurdo que se caiga en este tipo de sobrecorrección por miedo a ser dequeísta. Algo parecido pasa con "deber" y "deber de", que también generan muchos errores en la mayoría de los hablantes.

      Un saludo, y muchas gracias de nuevo por tu aportación.

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  7. No se si estos comentarios son muy leídos, creo que no. Pero aun asi planteo mi inquietud. En la escuela primaria en Caracas, Venezuela, nuestras maestras (soy sexagenario) nos exigían diferenciar la V (labiodental) de la B (labial). Al enterarme de que se tata de un uso característico de edad media y que en español "no existe" esa diferencia, me sentí bien extraño pues tal vez por honestidad o quizas por el amor infantil e imposible por mi maestra Carmen Elena, yo sigo pegando los labios y abombando los cachetes para decir "Burro" y mordiéndome el labio inferior para pronunciar "Vaca"...¿qué puedo hacer? Ahora bien, leo acá algo del "vosotros" canario y/o peninsular que comprendo claramente. Pero..¿qué hay del posesivo del plural de 2da. persona? (¿Será así que se llama?) Porque ya no por mi amor imposible de la infania sino porque me siento muy extraño usando "sus" en lugar de "vuestro", aplico este vocablo, a veces causando cierta hilaridad en mis interlocutores. ¿Es academico esa sustitución o digamos el uso del "sus" por "vuestro" en nuestro español...y desde cuando? Advierto que seguiré usando el "vuestro", porque además de creer correcta su aplicación me parece muy bonito y hasta el momento creo no caer en un...barbarismo ¿será? Además, no tiene nada de malo identificarse de vez en cuando con algun giro linguístico de la Edad Media, siendo que la "Edad Completa" se encuentra plagada de contradicciones en el habla en todos los idiomas.

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    1. Buenas tardes, Gilberto y muchas gracias por comentar.

      Hasta donde yo entiendo, "su" y "sus" es el posesivo correcto de "usted" y "ustedes", mientras que "vuestro" lo es de "vosotros". Correctas son las dos formas, por supuesto, nadie puede decir lo contrario. Yo, por coherencia, creo que debería usarse "su" si se usa "ustedes", pero tampoco conozco los usos específicos de Venezuela ni sé si es aceptable o no una sustitución así por la Academia de la Lengua Venezolana.

      Un saludo desde Canarias.

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  8. Yo solo me pregunto por qué las mujeres están abocadas a tener que discernir el contexto para ver si están incluidas o no y por qué vale tanto la economía lingüística en este contexto pero la propia lengua elimina la "ley" de economía lingüística en muchos enunciados, haciendo constar el término "mujer" en la mayoría de contextos específicos cuando supuestamente el género sirve para deshacer el entuerto, y un ejemplo sería "cada vez hay más mujeres universitarias" (añadan el adjetivo que quieran, la mayoría de las personas que lo escriben utilizan "mujer", y según su regla deberíamos basarnos en la economía lingüística y eliminar "mujer"). Lo cierto es que el desdoblamiento de género se utilizaba ya en las primeras obras literarias de la lengua castellana (volvamos a leer el "Poema del Mío Cid" y nos llevaremos más de una sorpresa) y se sigue utilizando en expresiones como "damas y caballeros" o "señores y señoras", que son ejemplos análogos al de "ciudadanos y ciudadanas", cuyo uso es más moderno. No cuela, esto se corresponde con una visión de la realidad. Y puede que el tema haya vuelto a la palestra por el uso anglófono, pero es que los estudios feministas también se iniciaron fundamentalmente en lugares anglófonos, donde precisamente el género no es tan manifiesto como en otras lenguas. ¿Vamos a omitir también esta "casualidad"? Además, las lenguas cambian, ya sea por usos conscientes o inconscientes. ¿Qué hay de malo en modificar las normas conscientemente? La RAE lo hace constantemente y nosotros la seguimos como una manada. ¿Y cuántas académicas hay en la RAE? Además, hay muchas soluciones nada lesivas para incluir el género femenino en el discurso.

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    1. Buenas tardes, Tosimes, y gracias por el comentario.

      Es interesante lo que comentas. Cierto es, "damas y caballeros" y "señores y señoras" son expresiones usadas desde antiguo. Sin embargo, para mí son casos diferentes.

      En cuanto a la primera, no hay comparación posible, bajo mi punto de vista, con el resto de desdoblamientos, porque "damas" es una palabra que alude exclusivamente a mujeres y "caballeros", exclusivamente a hombres. Las raíces semánticas son distintas. De igual manera, en el plural "yernos" no están incluidas las "nueras". Es un caso distinto.

      En cuanto a "señoras y señores", es, como el caso anterior, un vocativo. En estos casos consideraría más admisible la especificación de ambos sexos, si se quiere hacer, pero no la veo necesaria.

      Un saludo.

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  9. Hola Magda:

    Felicitaciones y gracias por el artìculo, las feministas se escudan en varias falacias lógicas, y es triste ver como ese movimiento expresa tanto odio hacia los hombres, todo ese veneno y cizaña es mala para el alma.


    saludos

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    1. Buenas tardes.

      Bueno, tampoco quiero que se confundan mis intenciones: el movimiento feminista me parece muy loable. Cuando surgió, era más que necesario, y hoy en día hay aún muchísimas cosas que cambiar y en las que avanzar. Simplemente, no creo que esta sea la vía. Por otro lado, por supuesto, el feminismo no debería estar impregnado de odio hacia los hombres, pero tampoco creo (espero que no) que la mayoría de las feministas lo sientan.

      Un saludo y gracias por comentar.

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    2. Matizo.

      Quienes impregnan su lucha por los derechos y la visibilidad de la mujer de odio hacia los hombres no son feministas. El feminismo busca igualdad, y nunca superioridad, y todos deberíamos ser feministas. Quizás el término lleva a confusión, pero es así como nació, por el hecho obvio de que en su momento era la mujer la marginada.

      Así que, insisto, este tipo de cosas son de todo menos feministas. Es más, fomentan la desigualdad y la creencia de que la mujer es un ser sin ningún tipo de valor propio que necesita que la sociedad entera la coja de la mano para que pueda caminar libre. Es, sin más, machista, y una falta de respeto a todas las mujeres.

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  10. Hola Magda:

    He leído tu artículo con mucho interés y estoy muy de acuerdo con los tres puntos, aunque me gustaría agregar un matiz respecto al tercero.

    Como colombiano residente en Navarra desde hace ya varios años, soy flexible respecto al dilema de conservar los rasgos de tu variedad lingüística frente a adoptar los del país que te acoge. Por un parte, no voy por la calle echando «ces» y «zetas» con el fonema /θ/(cosa que he oído a más de un paisano y me choca, la verdad), pero no insisto en utilizar el mismo vocabulario que empleaba cuando vivía en Colombia, simplemente porque no me entenderían. Respecto al «ustedes» y el «vosotros», cuando llegué usaba la primera opción puesto que era lo que me salía naturalmente y optar por la segunda me parecía tan afectado como ir «ceceando» por ahí. Hasta que una amiga me hizo ver que mi «ustedes» le sonaba demasiado formal y que, de alguna manera, ponía una distancia entre ella y yo. Con el tiempo me di cuenta de que esto sucedía en más de un caso y opté por cambiar. Obviamente, cuando voy a Colombia vuelvo al «ustedes»; que si no, ya verías tú qué cara me pondrían, jeje.

    ¿Qué conclusión quiero sacar de esto? Pues que en este tema, como en todo lo relacionado con el uso de la lengua, hay que pensar en nuestro objetivo, que es el comunicarnos con los demás. Y esto requiere dejarse de dogmas. O al menos cuestionarlos. Entiendo que el caso de Canarias es diferente del que he expuesto, y, naturalmente, al que me diga que «ustedes» es incorrecto o inculto... bueno, bueno: mejor no digo.

    Un saludo.

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    1. Buenas tardes, JP.

      Tu experiencia personal es muy interesante aunque, como bien dices, no es el mismo caso que expongo yo. Me parece normal que uno tenga que adaptarse a un nuevo entorno y a sus variaciones lingüísticas. Creo que es decisión de cada uno. Me parece que podrías haber seguido usando el "ustedes" (cabezota que soy, debe ser) y tus amigos se habrían acostumbrado a entender que no lo usaa como forma de respeto o para marcar distancias. Pero comprendo que hayas adoptado el "vosotros". Aquí en Canarias, por ejemplo, utilizamos la palabra "guagua" en vez de "autobús", que a la mayoría nos suena muy forzado. Conozco gente de fuera que ha venido aquí y se ha acostumbrado a usar "guagua", mientras que otros siguen utilizando "autobús" y todos los entendemos. Como digo, creo que es decisión de cada uno.

      Coincido plenamente con tu último párrafo: el objetivo primordial de la lengua es la comunicación. Y yo tampoco abogo por dogmas. Pero lamentablemente hay gente que sí, que piensa que "ustedes" es menos culto...

      Un saludo y gracias por tu comentario.

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  11. Hola,

    He llegado a este post por casualidad y me ha parecido muy interesante. Me gustaría hacerte una consulta/comentario sobre el sexismo en el lenguaje (yo no soy filóloga ni nada parecido).

    Si digo "Neil Amstrong fue el primer astronauta de la historia" (que no lo fue, es un ejemplo) todo el mundo supone que fue la primera persona en viajar al espacio. Si digo " Ada Lovelace fue la primera programadora de la historia" se entiende que fue la primera de las mujeres, no de las personas, y que eso ya lo debían hacer hombre antes. Para que se entienda que fue el primer ser humano en programar ¿debería decir "Ada Lovelace fue el primer programador de la historia?", ¿sería eso correcto?

    Y, si no es, ¿hace el lenguaje obligatorio para las mujeres que nos identifiquemos constantemente como seres humanos o personas para explicar nuestros logros? Porque eso sí que sería tedioso y repetitivo.

    Gracias y un saludo,

    Susi

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    1. Buenas tardes, Susi, y, en primer lugar, me alegro de que te haya sido útil la entrada y gracias por dejar tu comentario.

      Es muy interesante la duda que planteas. Yo opino, como tú, que si dices "la primera programadora" se va a sobreentender que simplemente es la primera mujer que lo ha hecho (aunque si el texto dejara claro que se trata de la primera de todos, yo personalmente lo pondría así). Decir "el primer programador" no me parece correcto, porque es una profesión que tiene su forma masculina y su forma femenina y estamos hablando de una persona en particular que es mujer. La manera más clara, si no quieres dejar lugar a dudas, a mi entender sería "la primera persona programadora" o una solución por el estilo, como tú misma propones. ¿Que es tedioso? Sí. Y machista también. Pero, como yo lo veo, no sería machista la lengua en sí, sino nuestra mentalidad que, por herencia histórica, todavía necesita la aclaración. Y porque se ha utilizado antes la expresión "la primera + profesión" para hablar de la primera mujer que la ha desempeñado, en un mundo donde habitualmente eran los hombres los que lo hacían.

      Quizá dentro de unas décadas no sea necesario aclararlo, pero yo sí me fijaría muy bien en que quedara bien claro en el texto que estás escribiendo, sea de una forma o de otra.

      Un saludo y espero haber sido de ayuda.

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  12. Cada vez que en un texto, o discurso, me encuentro con una sobredosis de anglicismos de los innecesarios, se me agarrota el alma. No puedo evitarlo. Me hace pensar en el destino, lento pero inexorable, que tuvo idioma egipcio tiempo después de la invasión de los árabes. No queda descendencia viva de esa lengua, de esa manera de ver y entender el mundo. Qué tristeza.

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  13. Buenos días.
    Muchas gracias por tu comentario. Ciertamente, aunque no vivamos para ver esos procesos tan largos, está claro que la evolución es la que es y a mí tampoco me gusta. Pero en fin, ya decimos que la lengua es un ser vivo, y varía, quizás no somos quienes para juzgar cómo la hace.
    Un saludo.

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